Colegio IPC Andrés Rosa de Neiva es tomado por el pandillismo

La institución Educativa Andrés Rosa, ubicada en la comuna 8 de la ciudad de Neiva, enfrenta graves problemas como lo son, la falta de recursos,  pandillismo y microtráfico, debido a eso, los docentes del plantel educativo  han implementado estrategias en base a la paz para lograr disminuir los problemas de convivencia. 

Los antecedentes cada vez aumentan, el año pasado a manos de la violencia, un estudiante de 12 años  de edad perdió la vida tras ser apuñalado y tres personas más aparecieron tiroteadas a 20 metros de la entrada del colegio en una cancha de fútbol. Algunos estudiantes de la institución, se encuentran sumergidos en un mundo marginal, donde la droga, el pandillismo, el desempleo y embarazos en adolescentes o niñas es el diario vivir de estos jóvenes.

La comuna 8, está ubicada al suroriente de la ciudad, cuenta con 31 barrios y seis asentamientos. El índice de pobreza es muy alto y afrenta diferentes problemas sociales, de los cuales Reynaldo Celis, presidente de la junta de acción comunal  indicó que son por falta de empleo que los jóvenes recurren a las drogas dándole paso al pandillismo; por otro lado Rubiela Unas, edil, manifestó “Somos el patio trasero de Neiva. Acá vienen los políticos sacan los votos y no vuelven”.

La lucha por las drogas es el pan de cada día en ese sector, pues la disputa entre pandillas por el control del microtráfico es a muerte. Los grupos delincuenciales están conformados por jóvenes de la comuna que no encuentran salida y se refugian en el mundo oscuro y perverso de la drogadicción.

Mucho de estos adolescentes estudian en el colegio Andrés Rosa, el cual no cuenta con un buen nombre, está manchado por la sangre y la guerra. El rector, Álvaro Camacho, narró que en una oportunidad se organizó una feria de robótica dentro de las instalaciones del plantel e invito a otras instituciones educativas, y obtuvo como respuesta el rechazo, pues le manifestaron que temían por la seguridad de los estudiantes. Camacho Añadió; “Las niñas son explotadas sexualmente, los niños ingresan al microtráfico y a la delincuencia para subsistir. El problema es el hambre”

Se han logrado disminuir los  índices de violencia, a través de estrategias que han implementado con los docentes con base a la paz. Hace cuatro años cuando el rector ingresó a la institución, las cifras de agresiones físicas dentro del colegio eran altas, se presentaba una cada semana. Durante el 2017 no se presenciaron peleas y en 2018 se presentaron dos riñas; el objetivo es crear un ambiente de paz y armonía a esta comuna que lleva tantos años en la miseria.