Editorial | La necesidad de La Paz total
Nuestra crisis si es una crisis planetaria, un contexto global de crisis ambiental, militar y económico, un modelo de desarrollo unilateral que puso en riesgo la permanencia de la especie humana, un escenario político y social global agitado y profundamente desigual donde las mayorías han sido separadas de la cultura, un mundo integrado virtualmente, pero sin respuestas reales a las necesidades comunes y singulares de los pueblos en todos los hemisferios.
Si el centro no responde, la periferia emerge como alternativa para estabilizar las relaciones de poder y reclamar un nuevo orden deseado más igual y diverso, más justo y solidario, más humano y ecológico.
Es necesario dar soluciones desde el mundo local, desde los territorios olvidados, necesitamos de la política alternativa y de los movimientos sociales y comunitarios para intervenir la realidad y cambiar las relaciones de poder privilegiando la vida pacífica, necesitamos de la pedagogía política para formar a las personas solidarias que tienen la tarea revolucionaria y universal de cambiar la sociedad desde adentro, necesitamos empoderar a la comunidad más local y más comunal para propiciar el diálogo intercultural y multicultural, necesitamos aprender de todos y todas la solidaridad, necesitamos construir de manera colectiva y simétrica un proyecto de vida propio y diverso, necesitamos otro mundo posible y disímil del pensamiento único positivo impuesto por el gran mercado, necesitamos profundizar en democracia popular para socializar lo público y aliarnos comunitariamente con el progreso.
Proponemos una expedición por La Paz, una movilización comunitaria en y desde los territorios colombianos para dar respuestas y coadyuvar a construir ciudadanías vivas….socializar los contextos, interactuar con los saberes, reconocer experiencias de convivencia armónicas y democratizar el poder.
Es la respuesta a las voces de nuestra ciudadanía viva y pacífica que no aceptó más ser mal – tratadas sola como elector, sino que despertó colectivamente para ser bien – tratadas como sujetos protagonistas de su propio desarrollo, un nuevo sentido y significativo de gobernar desde y con el territorio nuestro destino.
Tenemos que insistir en la necesidad de no mentirle a la gente y para ello debemos socializar LA COLOMBIA POTENCIA MUNDIAL DE LA VIDA, develando la verdad histórica de 205 años de gobierno republicano. Es una propuesta de poder popular que tenemos que construirla con la diversidad de actores ciudadanos y comunitarios. Porque ellos, ellas y elles son los que viven el territorio urbano y rural todos los días; por lo tanto, se les debe reconocer como los principales gestores del CAMBIO.
La PAZ TOTAL está por fuera de la geografía global que impone y pretende borrar la diversidad. Somos la diferencia, damos respuestas desde adentro y el lugar donde emergen nuestras propias experiencias de vida, distintas al modelo de globalización que mercantiliza, homogeniza, estandariza, y ahora virtualiza la existencia humana.
NOSOTROS no coincidimos con este proyecto neocolonial del capitalismo salvaje, nos desmarcamos, nos separamos, nos integramos a un proyecto de democracia más pluralista, nos amigamos a un proyecto progresista más humano, nos articulamos a un proyecto de gobernanza y sociedad más justa, y por ello nuestras soluciones pueden parecer absolutamente imposibles para el pensamiento único.
CONSISTE en motivar una irrupción de la diversidad, desde la nada que en realidad está en la cotidianidad, desde la exterioridad alternativa de lo siempre distinto que está en nuestra identidad, desde el estallido étnico, social y cultural con fines universales que busca su propio proyecto político y modelo de desarrollo.
NOSOTROS en el mundo local asumimos los desafíos de la Modernidad para aprender lo que nos sirve de ella a nuestro proyecto, y aún de la Post-modernidad, pero nuestras respuestas provienen desde otro lugar, lo que denominamos lo local, lo cotidiano, lo ancestral, las raíces, lo original.