A la cárcel tres mujeres que extorsionaban a campesinos del Huila
Condenada segunda cabecilla y dos integrantes de la organización Los campestres, dedicada a la extorsión telefónica
Trece años de prisión tendrá que pagar Denis Vanessa Ramírez Herrera quien fue encontrado responsable de los delitos de concierto para delinquir agravado con fines de extorsión, extorsión agravada y enriquecimiento ilícito.
La mujer fue señalada como la segunda al mando de la organización delincuencial Los campestres, responsables de recolectar importantes sumas de dinero a través de llamadas extorsivas realizadas a campesinos en departamentos como: Antioquia, Caldas, Risaralda, Quindío, Valle del Cauca, Cauca, Tolima, Cundinamarca, Meta, Arauca, Huila, Nariño, Putumayo y Caquetá.
El Juzgado Penal del Circuito Especializado de Manizales (Caldas) también condenó por estos hechos a Daniela Flórez Mejía y Judy Alejandra Arenas como cómplices de los delitos de concierto para delinquir agravado, en concurso con extorsión agravada y enriquecimiento ilícito de particulares. Estas personas deberán cumplir penas de 38 y 34 meses de prisión, respectivamente.
Según las investigaciones adelantadas cada una de las mujeres cumplía un rol específico dentro de la organización. Así se estableció que Flórez Mejía participaba haciendo efectivos los cobros de los giros que las víctimas hacían a su nombre para la organización. Arenas, por su parte, realizaba falsas encuestas de una ONG donde a las potenciales víctimas -campesinos de escasos recursos- les ofrecían recursos de ayuda para adelantar o mejorar proyectos productivos.
Al obtener la información personal, esta era usada como medio de presión al momento de realizarles las llamadas para el pago de extorsiones bajo amenazas de muerte, para lo cual el cabecilla de la organización se identificaba como comandante un grupo armado ilegal, según la región donde se ubicaban las víctimas. Así las cosas, podían ser las Farc, ELN, Urabeños, Rastrojos o Cordillera.
En una primera fase, adelantada por la Fiscalía en Pereira, con apoyo del CTI Quindío, se judicializaron 18 integrantes de esta organización, y se logró identificar su cabecilla Saúl Castañeda Flórez, quien estaba recluido en la cárcel de La Dorada (Caldas) y desde allí desplegaba su actuar delictivo.
