Opinión | Rodrigo Lara 1:1 Gorky Muñoz.
Dicen que no hay orquesta sin director. Luego de la sorpresiva —para algunos— y polémica elección de la mesa directiva del Concejo municipal de Neiva para el periodo 2017, en donde fueron escogidos los cabildantes Deiby Martínez, Luis Eduardo Penagos y Felipe Hernández; podríamos decir que la victoria tras esta contienda, fue del viviendista Gorky Muñoz Calderón —así sea desde la barrera—.
Recordemos un poco. Concluidas las elecciones del 25 de octubre de 2015, en donde el médico experto en cirugía de Tórax fue electo por las mayorías; quedó claro que el quórum dentro del Concejo, estaba con el recién elegido. Votaron por Lara como alcalde, los cuatro integrantes del Partido Verde; Humberto Vargas Durán, de Opción Ciudadana; y la profe Leyla Rincón, del Polo Democrático. Sin embargo, a estos se adhirieron los tres integrantes de Cambio Radical, que aunque fueron direccionados por su partido a respaldar a Germán Bahamón, se dice que al menos uno de ellos estuvo en alma con Lara Sánchez. Así las cosas, iniciado el periodo 2016, diríamos que el alcalde contaba con 9 sufragios fijos —menos de la mitad del Concejo—; pero se me quedaba uno más, el del “velero” Juan Carlos Ramón, porque no nos digamos mentiras; este señor, quien primero quería ser alcalde y luego concejal y teniendo el aval del Partido Liberal, ¡NO VOTÓ por Gorky! —Así haya posado en fotos con éste en campaña—. Algo que ratificó en la elección de Deiby Martínez, ausentándose de la sesión.
Aclarado el panorama post electoral del 25 de octubre, podemos decir que el médico Armando inició su mandato con 10 cabildantes “en el bolsillo”; pero la inexperiencia del burgomaestre, su altivez, su arrogancia, su contradictoria política de Gobierno transparente y su extenuante labor resolviendo conflictos dentro de la administración municipal, no le dejaron sostener su grupo en el Concejo.
Mientras Lara Sánchez se desgastaba con discusiones dentro del cabildo y le “mamaba gallo” a los concejales en sus peticiones; Gorky Muñoz, quien perdió las elecciones a la alcaldía, prefirió acercarse a estos y fortalecer ese G9 de electores y simpatizantes que tenía dentro de la Corporación. Gorky supo esperar el momento propicio para organizar su equipo al interior del Concejo y dar el gran paso para el desquite; logrando las mayorías. —Así esto no se diga, eso lo sabemos muchos—.
Hay que aclarar que el ahora administrador público de profesión, siempre ha manifestado y hecho público, que su interés no es hacer oposición, sino respaldar las acciones del alcalde en pro del municipio y sus habitantes; —pero si se da papaya, hay que aprovecharla—.
Al grupo de nueve simpatizantes de Muñoz, se logró traer a coalición a Humberto Vargas, miembro del mismo partido de Deiby Martínez y a los dos jóvenes abogados del Partido Verde, quienes descontentos del Gobierno local y de su bancada, rompieron pactos y alianzas, dando un paso al costado de lo que parecería inicialmente la presidencia de Cambio Radical, formalizando nuevos acuerdos que permitieron elegir la directiva que en su mayoría es Gorkysta. Deiby Martínez, presidente de la Corporación; Luis Eduardo Penagos, primer vicepresidente; y Felipe Hernández, segundo vicepresidente. Y aunque Edwin Felipe no votó por Gorky, muchos sabemos que su actuar como concejal, la mayoría de las veces es concertado con su mentor, David Andrés Cangrejo; hoy contradictor del médico Lara Sánchez.
Algunos preguntarán ¿y con eso qué?. Es conveniente recordar que la mesa directiva es la máxima autoridad dentro de la Corporación, y entre otras funciones administrativas, es quien direcciona los proyectos de acuerdo, asignando ponente a cada uno de ellos, además de ser el primer contacto del alcalde con el Concejo. Y sin mayorías, ningún alcalde podrá gobernar. La pregunta es, con esto que pasó ¿habrá oposición en 2017?. Porque algo si quedó claro y es que con esta elección, podemos decir que Gorky Muñoz empató a uno, con Lara Sánchez.
Por: Erik Puentes Estévez
@ErikPuentesE
