Opinión | Opitas, un pueblo lleno de egoísmo.
Amigos Huilenses, ya es hora de parar… preguntémonos por un momento, ¿si los opitas, fuéramos la mitad de los paisas, tendríamos el doble de lo que tenemos?, muy seguramente sí.
Hoy gracias a la gestión de los políticos de nuestro terruño, logramos lo impensable y que en tiempo atrás, se había convertido en algo mezquino para nosotros, que sectores tan importantes para nuestra economía como el campo y la minería estuvieran representados y dirigidos por cuatro hombres en las carteras de Finagro, Banco Agrario, la Agencia Nacional de Desarrollo Rural y el Viceministerio de Minas, este último, acompañado de otros dos laboyanos como sus asesores, además de contar con el dirigente Jorge Fernando Perdomo Polanía como presidente de la Dimayor, una ventana grande para el deporte del fútbol, que si logramos articular con los clubes y la dirigencia, pensaríamos en crecer, pues con una buena gestión lograríamos cosas importantes.
Estamos entonces gracias a Dios, en el cuarto de “ORO” que debemos aprovechar los Huilenses, puesto que a nivel nacional no quedamos blanqueados; pero dicen por ahí, que el egoísta no siente amor hacia su persona sino desprecio, y quiere todo para él, porque se siente miserable y vacío. Recientemente, uno de estos cuatro jinetes de la gestión pública, nombrado por el presidente de la República en el Gobierno Nacional decía en una reunión, “Antes de mi nombramiento, decidí quedarme callado y hacer un viaje por 15 días a otro país, para que no se me fueran a atravesar” refiriéndose a estos Opitas que poco les interesa el progreso de los pueblos, porque infortunadamente atacamos a los nuestros cuando suenan para ser nombrados en algún escaño de importancia y considerando que “no hay cuña que más apriete, que la del mismo palo”.
Otro ejemplo lo encontramos con nuestro Atlético Huila, quien tiene en su hinchada, una de las más ausentes a la hora de acompañar al equipo. Somos los más fieles seguidores de clubes de otras regiones y países, de tierras que jamás hemos visitado y que muy seguramente nunca conoceremos. Y es que añadido a esto, nos ofendemos cuando vemos futbolistas de Neiva o algún otro municipio tratando de llegar al primer equipo, somos un pueblo sin identidad, hemos hecho de nosotros mismos un puñado de indolentes sin sentido de pertenencia.
Finalmente –como siempre tratando de construir en mis columnas- hago la invitación para que nos sintamos orgullosos de nuestros logros; le saquemos el máximo a nuestros representantes, tanto en el Gobierno como en las demás entidades de carácter nacional; a que creamos en nuestra dirigencia política, como lo hacen los paisas; a que acompañemos a nuestros alcaldes y a nuestro gobernador; a que creamos en nuestro Atlético Huila y demás deportistas; a que hagamos de nuestro terruño, un edén de paz, y a que finalmente dejemos el egoísmo, la envidia y hagamos equipo por nuestra gente, y por nuestros pueblos.
Por Julián Perdomo Cabrera
@colproyectosmga.
