Opinión | ¡Asustados!
Luego que se confirmara la suspensión temporal del contralor municipal de Neiva, al conocerse las medidas cautelares decretadas en este caso; incertidumbre, zozobra, preocupación y pavor, se respira en la corporación edilicia del municipio de Neiva, sin hablar del aire denso que hay en la atmósfera política, con la difícil situación administrativa en la que hoy se encuentra nuestra amada ciudad, por las extrañas, poco coherentes y controvertidas actuaciones del alcalde Lara y muchos de sus colaboradores.
El anteriormente mencionado, ha generado todo un revuelo en los concejales del municipio de Neiva que dieron lugar a la aprobación del “concurso de méritos” con el que se evaluó y finalmente escogió a JOSÉ HILDEBRÁN PERDOMO como contralor municipal. Hecho que desde sus incubaciones se advertía muy controversial, poco exacto, carente de fundamentos formales y que llevaría consigo consecuencias administrativas y de índole judicial en contra de los concejales del municipio.
En nuestra columna anterior hablamos de la carencia de una real, efectiva y contundente figura administrativa que hacia entre ver las enormes falencias de la actual administración municipal, en cabeza de Lara Sánchez; decidimos entonces, darle un tiempo de reflexión al primer mandatario a quien de todo corazón deseamos redireccione sus posturas, su forma y el fondo de cómo está ejerciendo el poder democrático y constitucional que le dieron los más de 74 mil neivanos que confiaron en él. Finalmente y siendo filantrópicos, si gobierna bien, le va bien a Neiva, y eso esperamos todos y cada uno de los que de alguna u otra forma hemos estado incluidos en procesos sociales políticos y/o académicos en la región. En este orden de ideas, hay dos hipótesis con las que quisiera cerrar el tema de la administración verde (un verde muy biche como decía un distinguido abogado), el primero, ¿será que el señor alcalde es muy terco y soberbio y no escucha ni a su sombra?, ¿o está extremadamente mal rodeado?. Como dirían coloquialmente, “dejaré esto por aquí y me retiraré lentamente”.
Retomando el tópico que decidí por tema central en esta ocasión y que a mi juicio es más importante y que se ha visto empañado por “cortinas de humo” (frase muy utilizada por estos tiempos en el argot político), podría aclararse muy pronto. El apellido Perdomo genera pavor entre los rincones de las instalaciones del concejo, las recientes declaraciones del Fiscal general donde asegura que están adelantadas las investigaciones pertinentes a hechos de corrupción en el Departamento del Huila, tiene con los nervios de punta a más de un concejal.
Es tanto el nivel de prevención de algunos, que mientras están en sus oficinas, viven al pendiente de quien entra y sale de la sede edilicia, esto a raíz de la forma innecesaria —para mi juicio— de cómo el organismo investigativo fue a requerir al concejal Felipe Hernández en el caso de la ESE, que vale la pena mencionar; caso del cual al cabildante se le concedió libertad por falta de pruebas del ente acusador. Parece ser que a muchos de los que se les oyó decir, “si tiene algo que ver, que responda”, incluso miembros de su bancada, hoy el karma político les está sacando factura por el asunto del contralor municipal.
Esto por supuesto no debe alegrar a nadie —una situación así no se le desea ni al peor enemigo— pero sí de haber existido alguna irregularidad en el proceso de selección del abogado José Hildebrando Perdomo, pues que la justicia y las autoridades competentes, como organismo de control, sancionen a quien tenga que ver con estos hechos.
A todo esto sumemos las declaraciones del procurador general semanas atrás, al advertir de hechos sobrevinientes que cambiarían radicalmente el panorama político del Departamento, sugiriendo que era altamente posible la destitución de un concejo municipal en el territorio huilense.
Es muy oportuno y pertinente mencionar que de esta investigación está excluido uno de los 19 concejales de la corporación (Mateo Trujillo), y que de esta misma, hacen parte varios ex concejales que integraron el periodo anterior.
POSDATA: alcalde, siga el ejemplo del señor gobernador, un revolcón administrativo no le caería mal. Y otro dato curioso, al caso del proyecto del concejal Deiby Martínez que la administración ya se había comprometido a darle viabilidad y que extrañamente se le dio la espalda por falta de recursos, le falta una cara de la moneda, especialmente de la moneda, porque a corte del mes de junio, el Municipio de Neiva ha contratado más de VEINTIDOS MIL MILLONES DE PESOS, contratos en los que se encuentran las vallas que mandaron a hacer en Bogotá.
Por: Andrés Felipe Guerrero Chávarro
@PipeGuerreroCH
